sábado, 25 de abril de 2015

BENJAMÍN CHÁVEZ Y LA QUIETUD VIAJERA: Apuntes a EL LIBRO ENTRE LOS ÁRBOLES




La primera versión del Premio Nacional Edmundo Camargo de poesía, con sede en Cochabamba, concedió el galardón unánimemente a Benjamín Chávez con “El Libro entre los Árboles”. A este poemario me he de referir con la satisfacción de hablar de un buen libro, un buen amigo, y un buen hermano.
Claramente Octavio Paz nos ha dicho que el principal tema de la poesía contemporánea es la escritura misma. Partiendo de este criterio El libro entre los árboles reincide en esa afirmación.
No es ya un secreto decir que la primera fuerza de la poesía de Benjamín es la descripción, y con tal fuerza resguarda, en una misión casi templaria, momentos (“Perfecto mundo perdido para siempre”). Recorre el mundo desde el poema “Rosa Náutica”, donde aparecen palabras o tópicos que tendrán una importancia suprema en el resto del libro como: Paisaje, una evocación al retorno o también al encuentro. También en la sutilidad del silencio necesario para cada viaje emergen las metáforas, nuevamente la riqueza de momentos (o el presente en múltiples tiempos), los giros y las llaves que encierran los secretos de poemas como en “Mitteleuropa”, donde el cuervo misterioso inaugura una mitología propia.
Este efecto es también constante. La laboriosidad del poeta consiste en ese afán de esconder las llaves. El ritmo calmo de los poemas, en el que la metáfora gotea y es tangencial y el paisaje se constituye en lo principal. Allí reside un momento real, un tiempo específico sobre todo lo demás.
Estos paisajes, son lugares, viajes autores, en el mismo rango. Quizá en esa visita a sus lecturas, desde un acuario, como nos dice, y desde donde observa todo de adentro hacia afuera (y no al revés); pasa de ser un observador a ser un depredador, a seguir la pista de la fiera, que no puede ser otra que la poesía, o esas llaves que el mismo ha dispuesto. Y aunque uno pudiese preguntarse ¿cuál es el misterio de la simple belleza?; el cambio de paisajes nos llevan a detenernos en las constantes intrigas de la vida y la muerte:
Viejas y nuevas tumbas
en la espalda de la tarde caliente.

Benjamín es un poeta de mirada privilegiada. Su reminiscencia es ser en el paisaje y desde allí, con suficiente erudición funda poesía como apéndice de la Tierra la búsqueda es la motivación hasta dar con el fruto en medio del bosque, donde el libro vuelve a ser de la naturaleza; por su esencia de palabras y misterios; porque la poesía es detonar el misterio que habita en cada palabra.  
En general,  la imagen es la causa del pensamiento migrante en la nada. El viaje y la búsqueda otorgan al libro la importancia de una bitácora de explorador en este siglo, en esta era descubierta y nerviosa. La búsqueda, en este caso es la calma; extender la distancia de un propio ser; en todos los paisajes posibles. No es un desterrado y tampoco un migrante; es un “estante” alguien que está.
SERGIO GARECA
ABRIL 2015

Para finalizar el libro, regresa el dilema de la escritura y se revela en una lucha de Nada contra nada. Donde escribir es borrar hasta volver a ser árbol, o su sentido. Así el viaje, o el regreso, es la poesía misma. Por borrarse, negarse o desdecirse, simplemente como nos dice el poeta, la poesía se integra al bosque o a la tierra. Es el sentido de anulación, lo no dicho, la llave escondida, en la que habita la poesía, la que nos retorna al ser natural. Así la poesía parece ser un canto de sirenas, una ilusión. La ilusión del viaje emprendido. Porque el paisaje es también la página (en blanco) y escrita. La escritura al ser nulidad, un dejar de ser, para estar en la página como en el viaje, de manera fantástica. El viaje se ha realizado y es un fruto más en el bosque de lo desconocido a lo que accedemos y decimos adiós (desdecimos), al cerrar el libro.  

viernes, 17 de abril de 2015

MANIFIESTO DEL KOLECTIVO DE AGRESIÓN KULTURAL PERRO PETARDOS



Hoy 30 de soledad y abismo

de un año sin ESCAMAS,
FUNDAMOS al dragón,
su logia
y su séquito,
su clan
y su memoria.
Lo nombramos LUZBEL,
ángel bello y rebelde.

Lo nombramos CAÍN
el inconforme.
La nombramos Lilith
La que no es costilla

Te nombramos con nuestros nombres
y los nombres de los nuestros.

Elegimos la vida del PERRO

sin dueño, 
devorador del fuego,

el que practica y no predica,
único maestro de la LIBERTAD
Quebramos              
(Crash!)

las estructuras
invisibles y bufonescas
de aquellos falsos profetas,

para que todos los sin lengua

puedan saborear en las esquinas

un ROSTRO ASADO

como banquete de noche helada

para saciar el hambre
que tortura nuestras ALMAS.

En el latido profundo de este vientre,
los que aún NO hemos nacido,
nos aventuramos a la MUERTE,

burlándonos                                                (jajaja)
de quienes carcomidos
por el cáncer de la NADA
jamás nacerán.
Ejercemos la LEGÍTIMA DEFENSA
contra las imposiciones
 éticas  y estéticas
(, coma)
morales, políticas  y sexuales
y contra un largo
e - t – c – é – t  – e – r – a.
Dejamos ß atrás
la idiotez       
y la ceguera  
de buscar espacios,
cuando somos dueños del universo.

Ejercemos nuestro PODER CREATIVO
y reímos como el diablo.

Nos reconocemos como un colectivo
sin etiqueta alguna.

HACEMOS Y HAREMOS
LO QUE SE NOS VENGA EN GANA (punto)



“colectivo  DE AGRESIÓN CULTURAL PERRRO PETARDOS
Oruro, mayo 17 de 2010

lunes, 6 de abril de 2015

LA TRIPLE OSCURIDAD: Sobre TODA SOMBRA ES UN ABISMO de RODNY MONTOYA





El maravilloso libro de Rodny Montoya, con debida calma y respiración distendida, tanto por la edición por parte de la editorial “El Objeto Maravilloso”, como por los poemas que contiene es un premio a cualquier alma que se tope con él.

Se trata de un viaje por lo atemporal, una danza oscura con la muerte hasta el descubrimiento de una luz propia y con ella la vida. Parte con un poema que claramente da el impulso al libro. Literalmente:

“Toda sombra es un abismo
Es una boca a la medida
Como la de la muerte
Donde caben todas las palabras,
Pero no se pronuncia
Ninguna…”


La sombra,
La palabra,
El abismo,
Así diciendo…

Esta triple presencia es el primer estado del poeta, rondado por la muerte como hada madrina. Donde el paraíso es la ciudad- infierno (quizá tácitamente El Alto), y la palabra la piel. Este concepto es por demás interesante, porque la palabra al formar parte de la oscuridad, es solo la piel, o la apariencia de las cosas. La búsqueda de la verdad para el poeta es equivalente a guardar silencio. O por lo menos encaminarse a él. Quitándose toda carga mundana posible (Me quito el mundo). Así, se reconoce en un estado anterior a los poemas, de donde ha salido a este mundo, en lo obvio y en lo cierto. Por tanto con minucioso ojo, con fuego y aguja, muerto vivo, nos deslumbra con maravillosas imágenes poéticas que son el centro de su escritura, sincera y sobria

Acerca del silencio en el poema que empieza con el verso “mi cuerpo/ es un péndulo…” reconocemos la existencia del tiempo como puro proceso mental y la muerte del cuerpo, y por tanto de lo mundano, en la garganta, y se descubre la voz sin palabras.

Acerca del regreso al estado inicial, siempre en camino a la vacuidad, la palabra misma se desanda, tan bellamente explicada en el poema Adán 2

Y terminé repitiendo
Mi nombre
Al desandar
Paso a paso
La nada.

Hay un juego permanente del ser o no ser, como jugando a la moneda, hasta que la imagen y los movimientos del libro,  pasando por lo etéreo, la añoranza de lo eterno o el misterio de la grandeza revela una presencia simple, el ser social y la muerte presente en la indignación, también el ser cotidiano. Sabe que su propia concepción de si mismo es la de un hombre fuera de lugar, pero más fuera de tiempo. Hastiado de sombra acude al fuego, así sea de un simple cigarrillo.

Culmina con una serie de hai ku, que va del paisaje a la taza de café.  Una experiencia que vale la pena vivir.

SERGIO GARECA
Oruro marzo, 2015