viernes, 31 de agosto de 2018

INHALÁMBRICA DE DANITZA FUENTELZAR

INHALÁMBRICA DE DANITZA FUENTELZAR

Hace unas semanas recibimos la visita de Danitza Fuentelzar, al festival “Palabras en altura” de Poesía, además de haber participado de APTHAPI, encuentro de arte contemporáneo en la frontera. Aquí una breve reseña de su libro INHALÁMBRICA.  

El poemario entre sus varias temáticas es un paseo por la ciudad oculta, pone a la vista el detalle en punto visible, desentierra lo subterráneo. El mérito de la poeta es entonces meter manos a tierra en búsqueda de encanto y desencanto.

La poesía explicita. La poeta se encuentra marginal, sexualizándose, sexualizando el vacío. Poniendo escenas sexuales como en una revista de actualidad deportiva. Tiene el mérito de la frialdad del cirujano o el limpia baños. Devela la vulnerabilidad de lo masculino (la herida en el falo), pero también de lo sexual ya no placentero, sino una relación con la carne desde la herida.

La muerte a lo largo del libro es invasiva. El espacio está copado por ese hado de desencanto. Sin embargo ella es reincidente. Le gusta lo que odia. En el libro la vida se ha banalizado por el triunfo e insistencia de la muerte. Tanto es así, que todo queda muerto. Es un paseo por la carnicería, donde todo lo rojo y fresco es el sexo, y a veces también se infecta. Es poesía de defensa al consumidor a los hábitos sexuales.

La banalización de lo supuesto sublime. Recuerda a nuestros mercados de ropa americana donde las prendas están expuestas sin ninguna diferenciación entre ninguna de ellas. Totalmente coincidente con el descompás del libro y su arritmia. Nos revela a los seres humanos como sólo un cumulo de piezas que podrían llamar el interés sin nada especial que las diferencie unas de otras.

La feminidad en la carga de la palabra “preñado” llena el vientre de maldiciones, un absoluto y cabal embarazo.  Por eso se deja ver una potencia, no-potencia, impotencia, una fuerza no lograda. La certidumbre de que todo va y se irá a la mierda por generaciones.

Inhalambrica, es poesía de lugar. Su lugar es Iquique, su realidad under. Pero también es ese lugar flotante en el propio imaginario de la poeta. Ser remite todo el tiempo a órbitas de su habitualidad y su extrañeza en lo remoto. Una relación inalámbrica permanente con esa atalaya que ella misma se ha hecho desde Iquique. Porque la ciudad es su personaje, con nombre propio. Por tanto, invade las realidades próximas con esa armadura. Se conmueve con la ilusión, la ruina y el dolor.

La única elevación del cuerpo por encima de su miseria es la tierra, el ritual. También la otredad. Esos otros que alimentan su curiosidad, pero también le permiten ver al mundo, aunque sea de soslayo.

SERGIO GARECA.
ORURO, 2018

viernes, 23 de febrero de 2018

Efectos de la obra de Rilda Paco




Oruro es un estado mental. Una vez más somos más que una ciudad y alcanzamos otras galaxias temperamentales. Una expansión que nos hace pues un atractivo más que turístico, elemental. Un lugar para el encuentro de tanta razón como disparate.

Desde hace varios días en Facebook, ha crecido una ola de post, a raíz de la publicación de una muestra plástica de Rilda Paco, que incluye a la Virgen del Socavón con la falda levantada, con medias nylon y calzones rojos. A sus pies un pepino, un moreno y un diablo en jolgorio.

Víctimas de lo que llamo el efecto fútbol (el razonamiento a partir de sólo dos posibilidades y que estas a su vez obligan a tomar partido por una, sea o no con argumento probable, es decir, el pensamiento de hincha, el pensamiento de fanático), se ha gestado un falso debate en la red. Simplemente porque están los que defienden a Rilda y los que se sienten indignados por la pintura y la quieren quemar viva. Para algunos sólo existen dos posturas posibles, defender la obra de Rilda o justificar la mojigateria y fundamentalismo orureño, que de un tiempo a esta parte esta bastante crecidito.

También hace unos cuantos días en una conocida emisora de radio de la ciudad, se recibió el llamado de una mujer que, entre sollozos y gimoteos, se refirió a la obra de Rilda Paco y llamó a las autoridades a tomar cartas en el asunto. Inmediatamente se buscó en internet la obra y se entró nuevamente en psicosis.

Se delatan las siguientes conductas:
11.   Se revela una vieja tradición de victimización acerca de la situación postergada de nuestra región con respeto del mundo y con respecto de nosotros mismos.
  2. A su vez, el símbolo, la Virgen del Socavón, adquiere la fuerza de su contenido en distintas facetas: religiosa, y puramente regional, como característica identitaria de grupo.
33.   Se hace visible una artista inexistente.

Por tanto, entra en debate la causa del malentendido, el contenido mismo del símbolo. Que tiene por naturaleza la característica polisémica, no significa lo mismo para todos, carece de la arbitrariedad, y es objeto de varios lenguajes. Lo que permite que cada quien opine como le cante la rana.

En sus concepciones negativas, las feministas verán en ella un símbolo de la patriarcalización y la condena de la mujer a su labor de madre; los indianistas, la representación de la religión del invasor frente a la ritualidad andina. Otros un poco más agudos, la resignificación de la Pachamama; los esotéricos, la representación de las fuerzas femeninas en armonía con las fuerzas genéricas representadas a través del cirio de la virgen. Los orureños en general, un icono de identidad, que incluye en sí, una fuerza, mística, histórica y unitaria. Vale decir que, en una gran mayoría de opiniones, la arbitrariedad si existe, simboliza, entre otras cosas, un mundo dual. Todo lo bueno, frente a todo lo malo.

Esta última concepción es tan básica que se justifica plenamente la reacción de la comunidad en general, pues al tergiversar lo bueno en malo le produce un choque en el orden mental de las cosas. Tan sencillo como eso. Nuestra pre estructura mental regional, no reniega sólo del hecho en cuanto a la imagen simplemente sino frente al disloque de la realidad, constantemente retroalimentada, y arqueotipada. Esto va en completo desmedro, de la obra de Rilda Paco, pues, lo que ha hecho es tan fácil como decirle a un neo grunch que Kurt Kobain se suicidó por marica, o gritar en la tribuna de River que viva Boca. Una provocación básica.

Ahora la primera postura, que es apoyar a Rilda Paco, goza de las siguientes carcteristicas:
1.La más noble de todas, la defensa del derecho a la libre expresión.
2   2.  Adherirse al escándalo para sacar algo de partido personal, meter leña al fuego por el puro placer de vernos a los orureños zapatear, y proclamar al mundo una superioridad moral.  
     3. Asumir a la Virgen del Socavón, no desde un punto de vista polisémico si no puramente religioso, y a través de él llegar a un juicio de valor, moral y social.   
     4.  Sacarle partido al asunto y aprovechar de llevar agua a su molino, justificar su ideología a partir del hecho de la indignación. 
     5.Otorgarle una publicidad envidiable a la artista (ya quisiera yo una así).

Por el otro lado, tampoco somos una taza de leche.
1   1.   Se ha develado que el principal referente cultural del orureño es su celular. Lo que daríamos por haberlos visto encomiar las obras que replican a la Virgen. Se me viene una de Jaime Calizaya que forma parte de la colección del municipio de Oruro. Algo que estoy seguro el 99 por ciento de orureños desconoce. Pues como dice Alejandro Valdez, un calzón rojo ha convertido a todos en críticos de arte. ademas que es un publico sensacionalista, carece del criterio para reflexionar acerca de esta u otra obra.
2   2 .   Ha provocado que así como del otro lado, se favorezcan protagonismos. Porque por ahí sale la ministra, la gobernación, la alcaldía, ACFO a mostrar la cara en nombre de la Virgen. Y se reúnen. Sólo por experimentar, quizá debiéramos llamar a otra reunión de estas instituciones, para crear otro plan decenal de la obra maestra, cualquier sugerencia de mejora del carnaval, que los orureños tenemos muchas; les apuesto a que no vendrán y que en los siguientes 5 años no habrá un criterio relevante por el bien de la ciudad ni de nada. Para no abundar. Nos ocupamos de huevadas. 
   3.  Las mismas actitudes defenestradoras de Paco, la enaltecen frente a los ojos del mundo, pues obviamente es la victima de la censura.
   4.   Muchas de las atrocidades que se le han dicho a Paco (como que cuando llegue va a ser violada), hablan mucho peor de nosotros que de ella.
  5. Por último, se ha tocado un símbolo sensible para nuestra sociedad, desde luego con todas nuestras hipocresías, sueños, sinceridades y esperanzas; pues el carnaval, toda la ritualidad, la economía, el orden social que emerge de nuestras costumbres, constituyen nuestra razón de ser. ¿Puede un ser humano vivir sin corazón? ¿Puede obligársele a un pueblo que renuncie a su razón elemental? 

    Para que entiendan, es como robar el limonero de Springfield, como cortarle las manos a Jimmy Hendrix porque el rock and roll lo lleva a las drogas y debemos salvarlo de eso, es como quitarle la mantita a Linus de Snoopy y esperar que no llore, como quitarle a Leonó la espada del augurio y esperar que Snarf no llore y los Thundercats no se enojen. es decir, te metes con el ojo de Thundera y esperas que el barrio no reaccione. eso es muy inocente o malicioso. 

     Lo que ha ocurrido es que nos han dislocado el universo. La cuestión moral es posterior. Vale la pena un apunte psicológico. Cuando Atahuallpa fue capturado en Cajamarca estaba acompañado por más de 5000 personas, y los españoles no pasaban de los doscientos. viendo capturado al Inca la multitud queda en histeria, por la simple razón de que su concepción del mundo había sido totalmente rota. resultaba simplemente inconcebible. de otra forma, sólo por número no hubiese sido posible perder la plaza. lo mismo ocurre aquí hemos pasado de nuestro estado de pánico y psicosis a la histeria colectiva. y es en esto en lo que se equivocan mis queridos amigos artistas del interior al reducir el fenómeno a un espectro puramente ético, porque aquí esta pasando algo más que eso. Oruro está en Histeria. 
Sobre la doble moralAquel que diga que no es un hipócrita, es el más hipócrita de todos. El argumento es tan simplón: Silogismo 1, el cristianismo manda no pecar, el orureño peca, el orureño no es cristiano o es un mal cristiano. Silogismo 2,  El cristianismo manda no pecar, yo no soy cristiano, yo no peco.
Que triste discurso de superioridad moral.Como si se supiera que creyendo o no en Dios cualquiera puede convertirse tranquilamente en un perfecto hijo de puta. Y más aún en estados pseudodemocraticos como el nuestro estar en su pleno derecho. ¿Será tan grande el complejo de foca o panda de bengala en extinción que también me dirán que son la reserva moral del planeta?  

La obra
Habrá que hacer un apunte específico acerca de la obra de Paco. Cuando la vi apenas la publicó en Facebook, me provocó apenas un mohín de sonrisa. Luego no me ocupe más de eso hasta el lloriqueo en la radio. Creo que ella es consciente de que es una artista menor. No es la primera ni última vez que exista una muestra iconoclasta en el mundo y con seguridad habrán otras.

Ella ha defendido su obra indicando que era su manera de protestar acerca de las explosiones y la continuidad del carnaval. Eso creo que es algo que muchas personas sienten y es del todo legitimo.  Lo que conceptualmente no me explico es qué tiene que ver la explosión, el pepino y la Virgen, porque en la obra no aparece ni un cuetillo.

También conceptualmente, el discurso dentro de la obra es sencillo. Una lectura puede decirnos, que somos los orureños los que hemos prostituido nuestro símbolo más sagrado. Desde luego también hay un discurso sexual que acusa la vanidad y banalidad del festejo. No es novedoso pues a lo largo de los años, evangelistas, propios católicos, han ido pronunciándose acerca del carácter contradictorio de la religiosidad del carnaval.

Esta visión, que en ambos extremos existe, de exigir a la dinámica popular un purismo ideológico y de comportamiento, es bastante inocente. Seguramente la obra de Paco, pasará a la historia por este escándalo, y sinceramente le deseo suerte, que esto le haga mejorar en su trabajo.

Pero es necesario hacer notar que hay obras en concepto y forma que merecen mucha mayor atención. Por citar a algunas la obra de Erasmo Zarzuela o de Raúl Lara Torrez, que entienden mejor la dinámica que se gesta en el pueblo, en medio del entropismo, el paganismo, y todo el contexto barroco, que arrincona nuestra imaginación.   

Desde el Kolectivo Perro Petardos defenderemos siempre el derecho a la libertad de expresión. 

Sin embargo, cuando veo el maravilloso cuadro de Walter Saravia que esta sobre mi ventana, donde encuentro mi diablada interior, me digo a mí mismo, que no hay ninguna necesidad  de defender una obra que no merecía tanta atención. Ha sido una casualidad muy oportuna para su obra y espero sepa aprovecharla.

Hace tiempo ya han existido otras obras mucho más reflexivas y agresivas. Si alguien quiere aprender a hacer herejías y blasfemias de calidad, sugiero revisen dentro del festival de arte contemporáneo “Periferia” del año 2013, las obras de Lulhy Cardozo y Nelly Tapia. Agradezco que pongan tan poca atención pues hace mucho que varios de nosotros ya hubiéramos subido al cadalso. 


Sergio Gareca
Oruro, febrero 2018

lunes, 29 de enero de 2018

Un país con dos derechas


Habría que patearle las bolas al tal Martínez. No puedo entender cómo puede vérsele como héroe, pues ambos, él y Evo son tal para cual.
Evo, en su racismo fase 2, argumenta ridículamente “soy indio, ténganme pena. Soy indio y por eso me odian” y razona al colmo del infantilismo “ódienlo a él, él es del imperio”, “ámenme a mí y sólo a mí”. Ya en el colmo de la lisura y la egolatría, cumple su capricho de jugar a los cochecitos y se tiene que tragar la medicina, bien recetada de los médicos, de entender el despilfarro, cuando desde un principio el gasto militar de este país superaba los de educación y salud. Justificando que el costo de un hospital equivale a cuatro canchas. Lo cierto es que la derecha de evo es la más derecha. Para complacencia del entretenimiento occidental vende a su madre y a su padre. Es completamente inconciente de su patrimonio cultural. Es su propio mesías sin pasado. Su aymarismo es un pretexto. Y por tanto un aprovechamiento de las clases populares.
Se ha dicho que es la clase media la que hace el paro. ¿Pero es que acaso esa calificación es vigente? Si su concepción venía acerca del ingreso económico y posición social. Hoy por hoy hay indios, indígenas para los que les gusta hablar entre dientes, pobres super pobres y ricos super ricos. El conflicto no es de clase, el conflicto es racial. Y ahora las culturas ancestrales están perdiendo el beneficio de la superioridad moral de haber sido la cultura vejada, para demostrarnos que no han sido tan malos como los blancos sólo porque no tuvieron la oportunidad. Su actitud va en desmedro de su historia, nuestra historia, y eso es terrible.
Por el otro lado está el motociclista, con su capricho de niño rico, participando en un deporte de mierda, tan orgulloso como el otro del país que destruye; y va la canalla al circo a mirar como el payaso se ríe del dueño del circo, pero nunca deja de ser payaso. En el reconoce valor, en uno más de los falsos héroes que este país necesita para mantenerse cuerdo, aun ahora apunto de la debacle moral. Lo único que demuestra es que los que perdieron el poder no se resignan, no pierden sus viejos prejuicios, y se pavonean por las injusticias que sufre todo el pueblo, injusticias que nunca han vivido. Es la otra derecha la derecha perdedora.
Mientras la derecha vencedora del MAS, asfixia la industria en todos sus niveles. La gente está corriendo a los bancos a sacar su dinero, los créditos de microempresa empiezan a acumular su deuda. Y asfixia también al ciudadano común restringiendo su libertad de accionar de pensar y proponer. Desde que el cuerpo de su partido no es más que la burocracia dependiente compuesta por lobos que antes se vestían de oveja rosada y ahora se visten de oveja azul, y defienden el ejercicio del poder por el poder mismo. Se acabó la revolución. Hace mucho. Asfixia otros liderazgos indios, los desprecia, los desprestigia. Es el gobierno de narciso. Sigue enamorándote de ti Evo, hasta que te ahogues.
La increpación de Martinez solamente ha revelado lo perdidos que estamos los ínfimos granos de mostaza en este sándwich de chola a un costado del Dakar.

SERGIO GARECA

Oruro, enero 2017

¿CÓMO AMANECISTE PAÍS?



“La ideología es un estado de ánimo”
Walter Clemente Elio

En octubre de 2003, Bolivia amaneció roja, de sangre e ideas. De repente se puso azul, un azul que de pronto se pone rancio y ya no se sabe que cosa nos espera después. Es increíble como la máquina trituradora de la historia se traga consignas cuando ya están suficientemente masticadas y amargas o desabridas; o las escupe simplemente sobre su propia tierra.
Sabemos que está demás decir que desde siempre hemos tenido distintos estados de humor, liberalismos, nacionalismos, indigenismos; y siempre hemos festejado el triunfo y la caída del mismo mesías. Un ídolo sin rostro al que se le otorga el derecho de darnos esperanza y por tanto cuanta decepción pueda nacer del tiempo y el cansancio.
Si algo hay de constante en nuestro estado de humor como país es nuestra inconsecuencia. Desde que a alguien se le hubiese ocurrido remojar a morenitos en quesillo de leche de oveja, hasta el nuevo cerco. Pero es un carácter natural en el ser humano. Muerto el ídolo anterior, como bien dice Nietzsche, podríamos tranquilamente a un burro. Como que lo hemos hecho siempre, como que podríamos hacerlo nuevamente.
Después de todo el despelote ideológico que representa nuestra historia, después de los conflictos con los médicos sólo podemos entender que los discursos raciales, la vendetta política y el simple cansancio están a flor de piel y de manera tan abigarrada que por un lado cabemos ultra izquierdistas radicales con el más rancio cholo ario, el pro y el contra, el resentido y al consentido social, el mengano, el zutano y el vegano. Mientras del otro lado el burócrata, el vivillo y el inocente mirón de la alegría. Sin respuesta ni paradigma. 
Tanto que lo único cierto por el momento es la incertidumbre. Todos están malhumorados por una razón diferente. A unos les sobra soberbia y a otros, cobardía. Nuestras ideas y temperamentos son de tantos colores que lo único predecible es un horrible marrón. La revolución nos salió mal. ¿Cómo amaneciste de ánimo este año país debajo de ese mandil blanco?

SERGIO GARECA    

ORURO, ENERO 2018

JARDINES DE TLACOC DE GARY DAHER



Tlacoc, que etimológicamente significa “el néctar de la tierra” es el dios tolteca de la lluvia y el relámpago, el señor del tercer sol, quien nos da la bendición de la lluvia y también en su caso el castigo de las inundaciones y otros desastres naturales. Analizar la simbología esotérica de Tlacoc, es ya un desafío, tanto por su riqueza, cuanto por el interés que provoca. Señalando solo algunos apuntes, Tlacoc vive en el mundo causal, un mundo escatológico, donde están las primeras causas de las cosas, con un dominio absoluto sobre el elemento agua. A pesar de ser dios del tercer sol vive en una casa lunar. Dentro de un esquema tetralógico del universo, vive en el paraíso en la parte oriental del cosmos. La pregunta que ahora viene es ¿cómo es que Gary Daher llega hasta la puerta de esos jardines?
Dividido el libro en siete partes la primera “situación en dos pasos”, toma como punto de partida el “Sí mismo”, la experiencia de ser en el tiempo y en el lenguaje. Por experiencia misma el error. La aceptación de los errores asume la toma de conciencia sobre sí. Quema el pasado en un intento de abandono y como un sacrificio para empezar de nuevo.
En la segunda parte “la otra edad”, toma un segundo punto de partida un suceso histórico familiar referencial, así como otro del recuerdo propio, también un homenaje a la amistad. Hasta aquí cada poema es un ejercicio de olvido. Circunstancias que da a manera de sacrificio. Sin embargo son un olvido insatisfecho. Son las últimas cosas a las que se ve aferrado, los últimos arraigos, hasta que llega la señal, el ave como una presencia de algo más relacionado con el cielo, y, en esto, halla un anuncio, el indicio de la lluvia.
En la tercera parte “Mínima constancia” reconoce que ha emprendido un camino, esto tiene una total relación con su libro anterior. El poeta es un hombre con y sin destino. Un caminante que anhela ese sitio donde llegar ese último altar, sin embargo aún es un caminante. Y se ve a sí mismo así constantemente. Es el perdido buscador.
En la cuarta parte “Colmena”, se descubre el desierto metafórico de la anterior parte describiendo la pobreza de la vida en las ciudades actuales y la sustitución de la naturaleza tanto por tecnología cuanto más por nuestra fatuidad humana.
En la quinta parte, “Selva virgen”, aparecen los animales y la naturaleza en una primera fase, como seres reales, una prototransición hacia los seres simbólicos. Se nos revela el otro habitad. El mundo natural en una negación temporal, la secuencia de presentes.
La sexta parte “En el camino”, el poeta se personifica se asume a sí mismo en el mundo simbólico, asume la claridad en el despojo de todo menos ese poco de conciencia inicial, con el que ha renunciado. Encuentra por un instante el centro corazón. Tarda en entrar en sí mismo, en deshacerse del otro sí mismo. Es decir que ha explorado en recuerdos, contextos y alrededores, la realidad, se ha reconocido en ello pero muy escuetamente. El conjunto de poemas es un ejercicio de calibración de encontrar entre una y otra cosa ese centro, y el gran esfuerzo que le cuesta mantenerse allí.
La última parte “Desde la puerta del jardín”, que no es otra cosa que ese centro corazón vibrátil y por tanto fácil de perder que escribe la parte final, describe los elementos naturales su combinación, y desde luego su alquimia elemental, su unión constante que no es otra cosa que el universo mismo, en su fase natural, en el transcurrir constante y cotidiano de sus fuerzas. Es permanecer en la mecánica natural de ese universo. Sol y lluvia, tierra y agua, hombre y mujer. Aquí el mundo natural ya es un paisaje simbólico. El poeta está ahí. Está. Pero no termina de lograr su presencia. 
Es a diferencia de libros anteriores un libro más coloquial, quizá autobiográfico en la medida en que rememora, y en la medida en la que aun busca en la brújula interior una ubicación exacta. Es una transición del ser casual y trivial a un paisaje interior más basto. Es la narración de ese viaje, esa evocación y ese llamado natural a la puerta de los dioses. Nos deja con la duda de la permanencia en aquel reino elemental.

Sergio Gareca
Oruro, enero 2018





jueves, 4 de enero de 2018

LAS FIESTAS DE PERRO PETARDOS


Con la muerte de Mayra Mendoza termina una época de nuestras vidas. Lo que más recuerdo es esa su risotada en el centro de la fiesta como que la felicidad siempre estaba presente. Recuerdo algunas entre otras, y aunque no en todas estuvimos todos juntos fueron muy divertidas.
Recuerdo la fiesta punk en Café Sur justamente en diciembre de hace algunos años. Característica de la orureñidad eso de festejar a patadas. Recuerdo otra cuando estaba el tributo a Red Hot Chili Pepers, fui a felicitar a la banda y me caí sobre la batería. Otras cuando fuimos a una promoción y todos estaban tan aburridos pero terminamos por robarnos la fiesta; o esa otra en cuando en el karaoke, Quiño, Ale y yo hacíamos la banda imaginaria del Mau Wistu Vida y las chicas fingían el groupie también. Una de esas tantas noches que había sobaquera y pedíamos jarras mágicas que jamás se terminaban. Desde siempre traficantes de licor.
También recuerdo nuestra fiesta caníbal en Pumiri, con la armónica ecuatoriana de José Luis Macas, la percusión de Manuel Rojas, el junior haciendo despelote con el bombo. Todos en círculo dando vueltas mientras Nelly acuchillaba una Biblia y todos gritaban 666. Un total aquelarre. La fiesta de compadres donde nos dieron corbata de perritos. O mi matrimonio en el cual había una terrible ronda de baile con YMCA, y Michael Jackson, donde alguien se lanzó de mezanine encima del Mauri, el Ale dando vueltas con su muleta. Hasta la memorable inauguración de la Llama Enojada. O las presentaciones de mis libros que en más de una ocasión necesitaron bidón en lugar de botellas.  
Quizá muchas de esas fiestas rondaron en torno a la música de Carlos Villegas y es ese el sound track de todo ese tiempo que no creo que vuelva por las tantas cosas, diferencias, indiferencias y cariños maltratados también. Pero quedan en la memoria como tiempos felices.  
Quedan fotogramas espléndidos en mi memoria. Lulhy sonriendo en un año nuevo, el Jaime ingresando con petardos en la promo del Dante, el Dante siendo levantado en brazos en el 77, el Junior y sus acrobacias chichas, el striptease del Rubens, el tango de Pedro y Angie, las seis despedidas a la Liz Estrella, el juego del abogado en el cumpleaños de Mayra, el mijail sangrando de la nariz después de que quise tomar un kínder por la fuerza, el Chinta siempre cuidando a la jauría, el José tirando sus poemas a los charcos para amenazar una iglesia evangélica, el Renan y sus aterrizajes forzosos, nuestro reciente Salas ayudándonos en la Llama. Son realmente muchas cosas. Y sobre todo, nuevamente, la risa de Mayra en el centro de todo nuestro Apocalipsis. ¿A poco no?
¿Cuáles serán las nuevas aguas bajo este puente?

SERGIO GARECA
DICIEMBRE 2017