LENTO ASOMBRO DE PALOMA HERIDA
Alberto Guerra Gutiérrez
Duele tu nombre desde adentro.
Duele tu sombra
que se llama historia;la piedra que es tu canto
duele como duelen las cenizas
del amor y la porfía.
Duele Bolivia tu herida
que se hace sangre
en nuestra carne lacerada,
duele tu herida en la montaña,
duele tu herida en el sereno valle,
en la llanura fértil
y en la selva traicionada.
Duele desde adentro tu espesura
que se hace espera
en los andenes de la muerte,
en la ternura de tu lento asombro
de paloma herida;
duele tu sangre de Calama
y Riosinho,
tu petróleo en Picuiba
y Villa Montes,
tu estaño que es sangre
de fibra endurecida
duele en Cataví y en Milluni,
en Teoponte, en Matilde
y en Huanuni;
duele tu sangre que es savia
de amargos cañaverales
en la zafra de Tucumán
y la Esperanza;
duele el minero en su soledad
con su alcohol y su coca
QUE es la urgencia de otra herida,
duele el que ya no es pongo
por ser peldaño
de los que están arriba
—duele Terevinto y Ucureña—
duele el labriego
que no conoce la semilla,
duele el obrero,
duele el pueblo que es el yunque
de todas las mentiras.
Duele Bolivia tu sangre
que se llama historia
desde el motín a la emboscada,
desde Ingavi al cañón del Yuro,
de Yungay al "corralito",
desde las "Canchas de Potosí"
a la espesura de Ñancahuazu
y los pajonales del Chaco;
duele el soldado de corazón civil
y brazo uniformado,
duelen su bota y su fusil
hechos con sangre mercenaria
duele su mirada
de cuchillos extranjeros,
duele el paracaidista
de boina americana,
duele el "Rangers"
pisando suelo boliviano.
Duele el tiempo, la lluvia
y las campanas,
duele Castro desde Cuba
como una espina
y Chile también como un puñal
en media espalda.
Duele Bolivia tu sombra
que se llama historia
y duele tu destino
de lento asombro
de paloma herida.
duele en Cataví y en Milluni,
en Teoponte, en Matilde
y en Huanuni;
duele tu sangre que es savia
de amargos cañaverales
en la zafra de Tucumán
y la Esperanza;
duele el minero en su soledad
con su alcohol y su coca
QUE es la urgencia de otra herida,
duele el que ya no es pongo
por ser peldaño
de los que están arriba
—duele Terevinto y Ucureña—
duele el labriego
que no conoce la semilla,
duele el obrero,
duele el pueblo que es el yunque
de todas las mentiras.
Duele Bolivia tu sangre
que se llama historia
desde el motín a la emboscada,
desde Ingavi al cañón del Yuro,
de Yungay al "corralito",
desde las "Canchas de Potosí"
a la espesura de Ñancahuazu
y los pajonales del Chaco;
duele el soldado de corazón civil
y brazo uniformado,
duelen su bota y su fusil
hechos con sangre mercenaria
duele su mirada
de cuchillos extranjeros,
duele el paracaidista
de boina americana,
duele el "Rangers"
pisando suelo boliviano.
Duele el tiempo, la lluvia
y las campanas,
duele Castro desde Cuba
como una espina
y Chile también como un puñal
en media espalda.
Duele Bolivia tu sombra
que se llama historia
y duele tu destino
de lento asombro
de paloma herida.
y para completar el tema con un pòko de musica:
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