Hace años, buscando en los pocos puestos de libros
de la calle Bacovick, de Oruro, me topé con un libro maravilloso “De las
estrellas y el silencio” Premio Franz Tamayo de Literatura el año 1975. Desde
entonces tuve mucha curiosidad por saber quién es Norah Zapata-Prill.
Felizmente el destino tiene sus sorpresas y regalos venturosos. En febrero de
2013 pude conocerla personalmente, con alegría y regocijo. Da mucha pena que
haya libros que no circulan como debería ser, como también hay obras
importantes que se desconocen. De todos modos, sabemos que la lectura y los
libros son una suerte de privilegios y búsquedas, pesquisas y misterios.
Impresa en Austria el 2008, “Antología” es una
edición bilingüe (español-alemán) de lo más sobresaliente de la obra de Norah
Zapata-Prill. Traducida por Eva Srna, Magister en traducción por la Universidad
de Viena. Todo con el apoyo del Foro Literario Austria- América Latina que
divulga la literatura de esta parte del mundo para los países de habla alemana.
Valga ponderar que en el consejo asesor de este espacio se encuentra nuestra
querida poeta Vilma Tapia Anaya.
Desde este conjunto pueden apreciarse el perfecto
movimiento de las imágenes, la descripción como iniciación a la magia, la
cristalización del instante como una fábrica de nieve, la sinceridad de los
momentos que reviven en la vitalidad de lo nombrado, la sensualidad de la
palabra, la palabra como algo no logrado que se consuma en el recuerdo “la gota de piedra que no labra su gota”.
Es poesía sensacional. Es decir, se constela en
sensaciones. Todas armoniosamente dispuestas. El tiempo parece ser el villano,
su presencia en los poemas es siempre sombría y es la claridad y la paz en el
alma de la poeta la afirmación de un universo único del cual todo forma parte,
la gran unidad, la única razón, dispuesta en todas las cosas.
La poesía es, entonces, un ejercicio de sentir lo
pequeño en lo inmenso, aceptar la identidad de todo como destino y donde el
amor es ocasión, una circunstancia del todo, así como lo es también la
transformación constante:
“Hoy eternos
como el crimen y dios
nos tendemos
Violar, volar
¿En qué tierra si no en ésta?”
“Flores y
estrellas son lo mismo
Un yo te
quiero poco, mucho o nada, lo mismo”
Amor, sexo, destino. Hombre, niño, pájaro. La
enunciación, la imagen como color, tono,
sonido, hacen la marea de los poemas. La diversificación constante que
confunde la realidad que encuentra solo respuesta en la unidad del mundo.
El fuego es el tiempo y callar una verdad que arde
es la exaltación y éxtasis metafórico de un momento preciso, sin ser una
fundación simbólica, solo vencer el desgano de vivir, danzando en la palabra.
Allí asoma el poder de la vida.
“Qué amor no
se ha teñido de sagrado
de un dolor
preso
entre el ser
y la nada”
El amor se presenta como violencia y como paz. No
hay pureza, todo tiene una herida.
Qué viaje el que se nos propone, una navegación en
perfecto control sobre los versos. NORAH ZAPATA –PRILL (Cochabamba, 1946), hizo
estudios de post-grado en Lengua y Literatura española en el Instituto de
Cultura Hispánica de Madrid. Miembro de la Academia Boliviana de la Lengua. Ha
publicado “Géminis en invierno” (1978), “Fascinación del fuego (1985)”,
“Diálogo en el acuario (1985)”, entre otros.