miércoles, 4 de septiembre de 2013

SOBRE EL ESTATUTO AUTONÓMICO DEPARTAMENTAL DE ORURO


APUNTES DESDE EL PUNTO DE VISTA CULTURAL I

CONSIDERACIONES GENERALES

Yo estaba diciendo, que, después de todo, y cuando digo todo, me refiero a,  por lo menos, tomar en cuenta, masacres mineras, fundación del primer sindicato campesino, pasando por la tesis de Pulacayo, fundación de la COB, la caída del nacionalismo, de las dictaduras, 21060, marcha por la vida y octubre de 2003, estábamos todos de acuerdo con que hasta aquí ya estaba bueno del asunto y nos íbamos a dar un tiempito para pensar los lineamientos de nuestra libertad. La libertad cuando menos dentro de ese corral que llamamos país y que geográficamente está reconocido por todos los demás países que a su forma y modo les succionan la vida a sus habitantes cuando no los habitantes a la madre tierra, seríamos unos capos para elaborar nuestro Estatuto Autonómico. Pero parece que no, no hemos aprendido casi nada.

Quien tenga un tiempito, y eso sí hay que rescatar de la actitud de la Asamblea Departamental, puede recoger un ejemplar gratuito de sus oficinas al frente del colegio William Booth. Luego de dar una leidita liviana al documento quizá pueda apreciar las siguientes cosas:

Con temor a pecar de zonzo ignorante, hasta donde yo tengo entendido, las grandes ramas de la filosofía del siglo XX se sitúan geográficamente en la antigua Unión Soviética y China con el Marxismo, o Materialismo Histórico; toda la Europa no socialista con la filosofía de café (Existencialismo, pragmatismo y otras) y EEUU, que daba por resuelto el tema de la libertad con los fundadores y redactores de su acta de independencia y cuyos intelectuales se acomodaron más al estudio de la lingüística como problema filosófico (Incluido Noam Chomsky en sus primeros años). No se toman en cuenta a Hindúes o Mahometanos porque supuestamente están estancados en su religión, a pesar de que hubo un auge New Age en los sesentas y setentas, y tampoco los países tercermundistas porque se nos consideran pueblos jóvenes e ignorante.  

En Latino América, tuvimos la fuerza del Marxismo muy presente y al parecer una incipiente cosecha de filósofos, que básicamente no son muy leídos y conocidos, lo que nos da mucho para especular. Sin embargo una florcita exótica fue abriéndose principalmente en nuestro país y ha dado fruto y semilla, el indigenismo y el indianismo, que nos han dejado los pilares de la que hoy conocemos como tronco de todo el lineamiento del proceso de cambio: pluriculturalidad y descolonización, gracias a un largo transcurso de investigación antropológica y social.

Ahora me pregunto, con puro afán aristotélico confeso, ¿a cuál de todos estos modos de pensar se acomoda el proyecto de Estatuto Autonómico?

¿Será un Estatuto Marxista? No, pues si así fuera comenzaría por identificar los medios materiales de la infraestructura para ascender dialécticamente hacia la súper estructura y que tendría como fin ideológico el bien común a través de la apropiación colectiva de tierra, industria y control de comercio.

¿Será un Estatuto que protege sus capitales internos con un sistema de reinversión pública en educación y cultura, que no son más que mecanismos de control social para domesticar a la gente, como al parecer pasa en las Europas?, ¿o ha dado un salto del derecho positivo a un nuevo paradigma que se adecue a las otras ciencias que pasaron a constructivismos y otros post modernismos? Pues NO.

¿Será un Estatuto basado en principios elementales y acumulación de tradiciones jurídico administrativas, aplicadas a casos concretos como en Estados Unidos? Tampoco.

¿Será un Estatuto que quiere volver a la sabiduría de los pueblos antiguos agregando elementos de la ciencia contemporánea sin necesidad de avergonzarse o perder sus tradiciones y dogmas fundamentales como los pueblos del lejano Oriente? Ni aunque el Dalai Lama lo recomiende. No es nuestro caso.

¿Será un Estatuto descolonizador basado en el querer, hacer, saber y poder, en lógica cíclica con rotación de responsabilidades? ¿Será novedoso, lleno de amor y fiel a su filosofía ancestral como lo demuestra el art. 1 del Estatuto Autonómico de la Nación Originaria Uru, que de entrada declara su amor a la Madre Tierra y la dependencia del ser humano a ella? Pues, señoras y señores, penosamente NO.

¿Cómo podemos entonces clasificar nuestro Proyecto de Estatuto, sí es un heredero de los códigos Banzer en su forma y estructura, si es básicamente una repetición del modo de hacer y pensar las cosas de hace más de veinte años a la fecha; y que en lugar de buscar la simplificación del problemático embrollo jurídico se atasca en el enseñoreado todopoderoso proceso de cambio que lo puede  todo; olvidando que el Código penal más perfecto del mundo haya sido tan fácil como decir Ama suwa, Ama Llulla y Ama Qhella; manteniendo la estructura triangular piramidal que fomenta militarismo y dependencia de poder sobre un pueblo con mentalidad cíclica y valores distintos al enlatado sistema de cosas tan neoliberal como cualquier otro? Podemos decir que este Estatuto es un mamarracho anacrónico.

Porque se aferra a la maquinaria burocrática colonial que tanto se critica en el discurso y que no sirve más que para dar orgasmos múltiples a asesores, analistas y verborréicos; y producir MIERDA, MIERDA, MIERDA Y NADA MÁS QUE MIERDA. Porque no nos ofrece nada nuevo, ES EL ESTATUTO DEL BUEY QUE AMA Y ADORA EL YUGO, PORQUE ES EL ESTATUTO DEL ASNO QUE LAME HASTA EL PAROXISMO DEL PLACER EL LÁTIGO, PORQUE ES EL ESTATUTO DEL AVE QUE EN EL DÍA EN QUE SE ABRIÓ LA PUERTA PREFIRIÓ LA JAULA. Y nosotros pobres hijos de esta Tierra, cargaremos con la pesada cruz de quedar en ridículo frente al futuro, porque cuando se nos dio la libertad de pensar por nosotros mismos, no pudimos y no quisimos ser nada más que esto que no somos, esto que heredamos y, lo peor, esto que dejaremos para el futuro.

                                                                                                                                                 

SERGIO GARECA

almaeninvierno@yahoo.es   

No hay comentarios:

Publicar un comentario