Apretadas hasta
la asfixia, con las ideas atascadas en una enredadera de colores, vestidas de
anuncios comerciales y crónica roja, que son la misma cosa; todas erguidas sin
más cuerpo que lo que la disección de una carnicería avícolapermite, se
presentan unas a otras con disciplina militar a ser observadas.Solo una
sobresale, cubierta por un hermoso velo blanco, desnudo maniquí ideal, molde y
superstición.
Así se montó la
primera exposición individual de Mayra Mendoza, organizada a la vez por la
Comunidad Matriz. La actividad fue acompañada por un coloquio sobre
empoderamiento de la mujer en el cierre de la muestra.
El tema recae en
la violencia y el poder sexual. El debate como siempre queda abierto, y todos
estamos atentos a la opinión más extravagante. Desde lo meramente psicológico
hasta el cultismo social.
Comunidad Matriz
comienza su espera para que alguien tome la palabra.
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