viernes, 19 de julio de 2013

ORURO, CAPITAL DEL FOLCLORE

En una entrevista que le hice a Celio Turino, impulsor del proyecto continental Puntos de Cultura y ex secretario de Ciudadanía Culturalen el gobierno de Lula, me decía, a propósito del folclore, que éste es la cultura en conserva, enlatada y refrigerada. En otras palabras el folclore es una expresión cultural inerte e inofensiva. Entonces me pregunté, ¿por qué en Oruro nos enorgullece tanto ser capital folclórica del país? Aún no puedo responderme.

La criogenización de las expresiones culturales ha tenido tal potencia que pudo alcanzar hasta los resquicios más escuetos de la sociedad. Oruro es una ciudad adormecida en la modorra provinciana, en los sueños de la metrópoli que pudo ser y no fue, en una ritualidad prosaica y dictatorial. Oruro es una ciudad museo, apopléjica y envejecida. La innovaciónes una herejía, pero no lo fue cuando los pijes estilizaron las danzas y sus personajes para diferenciarse de la plebe. Oruro es una ciudad arropada por un falso señorío. En Oruro la virtud, los favoritismos, el honor, la prebenda se venden en la misma bolsa y vienen adosadas a espacios televisivos, membrecías en fraternidades carnavaleras, tés rummys y clubes sociales.

Los intelectuales más reconocidos de la orureñidad son historiadores. Abundan las ferias del desempolvado. Pura bruma. Meros pretextos para reciclar hábitos, validar lógicas trasnochadas y celebrar la eternidad de un pueblo zombie. El periodismo local, tan mediocre, tan desechable, tan altanero, no es más que una sala de espera hacia la vida política, institucional. Los periodistas de hoy, ténganlo por seguro, son los burócratasdel mañana. Basta hablar fuerte, promover la xenofobia contra peruanos y chilenos, tildarlos de ladrones. Basta odiar al paceño, al cochabambino, al potosino. Es suficiente para ser futuro diputado, futura alcaldesa. Peces chicos en peceras aún más pequeñas, sucumbiendo a un artefacto visual de grandeza.

Los últimos conflictos cívicos no hacen más que revelar la cara más siniestra de la capital folclórica. Liderazgos enclenques,oportunistas, pasajeros. Nadie conocía a Juan Mendoza, lo que importaba era joderlo al indio. ¿Qué importa el primer aviador boliviano si el año entrante hay elecciones? ¿Cómo explicar la súbita devoción hacia un pionero, cuando para el orureño éstos son espíritus nocivos a la tradición? Poder, angurria de revancha. Dignidad, decían unos. Respeto a la memoria, decían los más. ¿Y dónde queda el recuerdo de René Zavaleta, Laura Villanueva, Raúl Shaw Moreno,Sinforiano Gonzáles, entre otros? No importa, Oruro se respeta carajo y 10 defebrero salud, 19 de marzo salud, 14 de abril salud, 1 de noviembre salud.Todas las noches desfile, todos los domingos convite, toda la vida perdida.

No más museos históricos, no más letargo intelectual, no más héroes de barro, no más tontos ilustres.

¡Vivan los herejes, vivan los traidores!

Mijail Miranda Zapata

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